martes, 23 de diciembre de 2008

Cumpleaños 2008


Quedamos un poco despeinados en la foto, es que nos estábamos arreglando


Desde hace meses había una idea recurrente, compartir con Isabel un paseo a esa montaña caraqueña increíble. Ese ha sido mi regalo de cumpleaños. Míguel y Milena nos regalaron la sillita e Isabel accedió acompañarme.

Comenzamos bien. Con el rabillo del ojo la podía ver, asomada al camino. Me detenía un momento y le preguntaba, ¿te gusta? Ella asentía moviendo su cabeza.

Para ser la primera vez, no estuvo mal. Se durmió a los cinco minutos de caminata ;-)

Llegamos hasta el puesto de guarda-parques de Sabas-Nieves. Cuarenta minutos, mi nuevo mejor tiempo con este handicap.

Descansamos veinte minutos. Tomamos agua y caminamos. No queríamos bajar, pero había nubes amenazadoras. A la vuelta Isabel observó atenta todo el camino que se perdió de subida.

martes, 11 de noviembre de 2008

Horno de leña: pan y pizza con huevas de lisa


Hoy en día, un domingo sí y uno no, cocinan el pan en el horno de leña. Como se hacía antes.

El pan dura aproximadamente las dos semanas, porque lo congelan. Es que tampoco hay que hacerlo todo como
antes.

El día de la horneada ella prepara la masa del pan y él, la leña para hornear. La calentada del horno lleva aproximadamente una hora y hay que tomarla en cuenta en el tiempo de preparación de los panes. Así, con la leña pronta se escuchan los gritos que van y vienen del interior de la casa al horno.

-
¿Enciendo?
-No. Todavía no.

-
¿Enciendo?
-Sí. Enciende.

El fuego comienza a consumir la primera leña, palitos delgados que arden con gran velocidad.

-
Esa es la mejor leña, la que arde bien y calienta rápido las paredes.

Pero no hay suficiente leña delgada, así que al poco tiempo van entrando palos más gruesos. Lentamente, las llamas los rodean, los abrazan y la combustión comienza a avanzar sobre ellos, levantando las llamas.

Es tiempo de tomar una copa y leer el periódico. Adentro, los panes van cogiendo forma y descansando en la tabla que los transportará hasta la boca del horno.

De vez en cuando, la llama va cediendo y una pausa en la lectura sirve para introducir más leña. La temperatura va cambiando el color de los ladrillos que forman la bóveda del horno. La sucesión de colores avanza, cayendo desde el cenit. Primero, rojos; luego, negros y finalmente, blancos.

-Cuando el blanco llegue hasta abajo, el horno está listo.

Cuando el color de la bóveda es el adecuado, retira las brasas y barre el piso. Conoce bien su pequeño horno. Sabe que el calor del piso no quemará el pan, pero la radiación de las paredes sí lo hará. Al principio el pan no deberá estar descubierto.

Dentro de la casa, la masa ha crecido y está lista. Comienza el viaje.

Siempre hay alguna idea de última hora, algún plato más es horneado. Es que calentar el horno da mucho trabajo como para desaprovecharlo, haciendo nada más que el pan.

Por ser una idea de última hora, nunca queda como se esperaba.

-La próxima vez lo hacemos mejor.

Unas huevas de lisa, compradas en la carretera de un viaje anterior, dan la excusa para convertir algo de la masa de uno de esos domingos en una pizza. Así que mientras afuera se calienta el horno, adentro las huevas de lisa, el aceite de oliva, la salsa de tomate, la mozzarella, el orégano, las aceitunas negras, las chistorras, el tomate seco, el pimentón y la cebolla conspiran sobre la masa. Resultado, óptimo.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Titiaros a 80 Km/h

En estas vacaciones ha concebido un proyecto para mostrar imágenes de Venezuela. Cuando él y las chicas suben a su carro durante un viaje largo, ajusta los parámetros de su cámara de forma tal que logre las mayores velocidad de obturación y profundidad de campo posibles. Una vez las chicas del asiento trasero están listas, salen.

Recorren la carretera calmados. Cuando algo les llama la atención, el fotógrafo dispara. Así, sin ver a través del objetivo. Al principio no existió siquiera un guión, apenas la intención de capturar alguna instantánea. Hoy en día la agenda es la misma. No saben que les llamará la atención antes de salir. Lo único establecido es que las imágenes registrarán su parte del dialogo con ese amigo que no vino.

Esta vez, el camino va por una hermosa carretera del estado Miranda. Al acercarse a un lugar poblado, la vera se puebla de tarantines con las ventas más variadas. Aquí le tocó el turno a estos típicos titiaros, que compraron en una ocasión y fotografiaron en otra.


¡Mira los titiaros! ¡Párate!

domingo, 14 de septiembre de 2008

Pescaderos en la Vela

Luego de colocar los pescados en el peso, el vendedor lo sostuvo en alto para mostrarle la lectura. Ahora ha comenzado a limpiar las escamas. La chica aprovecha el momento para comentar cuanto le gustaría preparar alguna vez el pescado envuelto en hoja de plátano.








–Me imagino que debe quedar riquísimo.

El señor que lee el periódico a un lado del puesto de venta sonríe. –la imaginación es maravillosa – comenta.

–¿Por qué?
–Te lo imaginas riquísimo, porque te lo estás imaginando así. Mi negra, tú te lo imaginas como tú quieras – añade con una sonrisa.

La afirmación buscaba más el galanteo de aquel vendedor que quiere encantar a sus clientas, que filosofar. De inmediato se encienden las reacciones en los otros vendedores, que comienzan a bromear a costa del galán-filósofo atrevido.

–No le hagan caso – dice otro galán. –Ustedes saben que el ser humano desarrolla la capacidad de su mente hasta un 15%, ¿cierto? – Todos asienten expectantes – Bueno, tú tienes esa mente virguita, estás nuevecito pues – afirma entre las risas de compradores y vendedores.

La chica pregunta al vendedor que limpia el pescado y al bromista cómo reconocer la frescura, más allá del “examen del ojo”. Le explican que debe observar el color y el estado de las branquias y el vientre.

La limpieza de las vísceras vuelve a ocupar el centro de la atención. Un nuevo participante se preocupa por el fotógrafo.



–¿No estás grabando nada malo ahí?
–Esto es pura foto, amigo. Es un registro cultural – contesta el fotógrafo.

Mientras tanto los galanes han continuado sus bromas.

– Yo soy el más viejo aquí – dice el filósofo.
– Eso no es verdad. El más viejo es él – dice su rival refiriéndose al señor que está terminando de limpiar el pescado. Y agrega
–Ustedes saben que el arco iris es de colores, ¿cierto?. Pues él lo conoció en blanco y negro.

El chiste es viejo pero efectivo. Todos ríen.




La chica camina de regreso el boulevard playero de la Vela de Coro. A su lado van quedando atrás los kioscos que ofrecerán comida a los bañistas hacia las horas del mediodía. Ella vive frente al mar, así que rara vez come en los kioscos.


Cuando pasa al lado de la plaza La Antillana recapacita en su sensación de que, en contraste con el estilo del lado oriental de la costa, la comida del occidente no recogió tanto de los sabores traídos por los comerciantes de antaño. Algo que ella, con sangre oriental corriendo por sus venas, echa de menos.




Hoy preparará los pescados, cinco parguitos bien elegantes, al regreso de la playa.

La receta, muy simple. Un relleno de perejil y cilantro abundantes, cebolla picada fina, jugo de limón, ají dulce y ralladura de jengibre. Todas las cantidades, al gusto. Se envolverán en papel de aluminio y se llevarán a la parrilla.

Los acompañará con papas fritas, vino blanco y una buena charla.

martes, 29 de julio de 2008

Cartele móvil

Sigo con flojera de escribir. Apenas compartiré una imagen. Roxana y yo la pudimos atrapar, antes que se perdiera entre la marea de carros tratando de entrar a Caracas esa mañana.


viernes, 23 de mayo de 2008

Chapita

A pesar del riesgo de que este blog se convierta en un obituario constante, hacemos referencia a la desaparición física de un conocidísimo habitante de los alrededores de la UCV.

El mensaje de la muerte de Carlos José Martínez ha llegado hoy en la tarde a nuestros buzones de correo. Quien escribe lo observó varias veces, caminando en zig-zag por la calle frente a la Facultad de Ciencias o dentro de la Universidad. Ese es Chapita, decían los Ucevitos de nacimiento. Si no esta pegado a la botella, está en el piso. Parecía un tipo tranquilo, la noticia nos ha sorprendido un poco.

Habíamos pensado copiar el estilo de esos blogs de mala calidad, que cortan y pegan material reciclado en sus entradas, insertando el texto del correo con la noticia. Sería una meta-copia, una copia de la costumbre de copiar. Antes de hacerlo decidimos hurgar la red y encontramos la fuente original. La noticia está aquí y aquí.

viernes, 11 de abril de 2008

El ciclo de la arena y el reguetón

Durante un viaje a la playa, mis reflexiones me llevaron a preocuparme por el futuro de la arena en ella.

El mar, con sus olas, mueve y remueve la arena de las orillas. Cuando niño pensaba que el agua traía y se llevaba la arena en una forma tal que acababa dejándola en el mismo sitio. Es decir, rodando los cantos y nada más. Luego supe que esto no siempre es cierto. De hecho, hay lugares donde el mar quita arena y otros donde la deposita.

Sin embargo, había seguido tranquilo en aquel entonces. Si antes tenía que ver una playa promediada en el tiempo, en el nuevo modelo bastaba con pensar en el promedio de todas las playas en el tiempo. Unas ganaban, otras perdían.

En esta nueva reflexión, en este nuevo viaje, el asunto del balance de arena entre playas ya me pareció alarmante. La arena de la playa nos provee de eso, de la playa. Pero más aún, la playa es la frontera entre nuestra sólida tierra y el blando mar. Poco le importarán los promedios a aquel que ve la costa acercándose a su casa.

Imaginaba un mar depredador furioso comiéndose todo un continente. Imaginaba un mar arbitrario devorando un país. Lo imaginaba fabricando salidas al mar para Bolivia, Paraguay o Suiza. Dadas las circunstancias más que fabricando salidas, lo veía fabricando entradas.

Imaginaba a líderes populistas latinoamericanos acusando al mar de ser agente de los grandes imperios del poder político y económico, siguiendo órdenes al atentar contra la integridad territorial de los débiles para beneficiar a los fuertes.

Reflexionaba dentro de mi invención. El único imperio al que obedecería el mar, sería al marino. Y cualquier beneficio terrestre a costa de él sería fútil y pasajero. Algún día el mar podría dejar de respetar el promedio y devorarnos a todos, con las pujantes China e India incluidas. Tal vez eso ya estaba ocurriendo en aquel momento.

Entonces vi algo en aquella playa. Me sentí seguro y confiado. Había varios grupos de personas al lado de sus vehículos todo terreno, escuchando reguetón a todo volumen y, lo más importante, tomando cerveza en la orilla. Las botellas vacías se acumulaban por doquier y, por supuesto, muchas de ellas acababan rotas.

¡La arena de la playa es renovada por las botellas de vidrio rotas!

En aquel momento podría parecer exagerado, pero recordé otra visita a una playa donde había tantos vidrios rotos en la orilla que parecía toda hecha de ellos, que no tenía piedras. El paisaje era increíble, decorado con los tonos azules de las recientes botellas de cerveza ligera, añadidos a los tradicionales ámbar de la cerveza normal y verdes del 7up.

Entendí entonces que el indómito mar y los grupos de reguetoneros forman una pareja antagónica, que interactúa hasta lograr el equilibrio que hace posible la vida terrestre.

Desde la perspectiva de la humanidad hay algo más. Los reguetoneros son la primera línea de defensa de la integridad territorial en la línea costera. Una integridad territorial que no sólo debe entenderse como un concepto político, relativo a un país o región. Ellos son héroes de la humanidad enfrentada a la posibilidad de destrucción masiva que tiene del mar.

Los reguetoneros de playa están en un determinado país por accidente. En cualquier lugar que se encuentren defenderán su causa. Siempre en la medida que se les permita pisotear las tontas leyes ambientales y el egoísta derecho al descanso de los demás. Desde esta óptica renovada es menester agregar que estas leyes y ese derecho al descanso deben quedar automáticamente derogados.

No se puede decir que los reguetoneros de playa sean héroes silenciosos o callados. Sin embargo, ahora estoy seguro que el reguetón a todo volumen y los vehículos rústicos estacionados en la orilla de la playa son otras conductas que persiguen fines altruistas, con beneficios para toda la humanidad. Sólo debo averiguar cuáles son.

lunes, 17 de marzo de 2008

Cumpleaños

De la vida está de cumpleaños.

Hace un año comenzamos con esta idea de compartir algunos escritos. Era un proyecto antiguo, impulsado por algo de espíritu emprendedor y vanidad. Y abonado por la presencia en la red de excelentes blogeros, como míguel.

Los números son contundentes, 54 entradas publicadas en este período de tiempo. Un poco más de una semanal. En el compromiso de mantener los promedios ha habido posts malos y peores. Digamos que en este oficio, como en todos, alguien tiene que hacer el trabajo sucio. Alguien tiene que dar la cota inferior.

El impulso definitivo a la primera entrada de este blog fue la noticia del embarazo de Roxana. Lo curioso, que dejé como sorpresa final, es que Isabel está cumpliendo hoy seis meses de nacida. Así que Isabel cumple 0,5 años el mismo día que "de la vida" cumple un año. Si lo calculamos, no nos sale. ¡Ja!

miércoles, 27 de febrero de 2008

Nain Singh

A mediados del siglo diecinueve el imperio británico dominaba India y gran parte de China. La codicia inglesa por dominar los, para ellos nuevos y desconocidos, territorios del Asia central competía con la codicia similar del imperio ruso. Era la época del Great Game.

Los ingleses, siempre metódicos, daban una gran importancia al conocimiento geográfico como aliado militar. Era fundamental el levantamiento y la construcción de mapas fiables, que permitieran una campaña de conquista exitosa y, como no, que arrojaran datos sobre el valor real de los territorios a ser conquistados.

Sin embargo, los habitantes de regiones como el Tibet fueron muy reacios a aceptar las labores de los extranjeros en su tierra. Especialmente las labores de los cartógrafos ingleses. Por tanto, las expediciones de la Royal Geographical Society no llegarían tan tranquilamente a la ciudad (prohibida) de Lhasa. Se imponía una estrategia diferente. Sería el comienzo del espionaje cartográfico.

Nain Singh nació alrededor del año 1826 en Sikkim, al nordeste de la India y fue reclutado y entrenado como pundit en Dehra Dun. Al parecer, la palabra pundit designa a "un hombre de conocimiento" en algún dialecto indio. En la práctica pasó a significar simplemente explorador. Y fueron los encargados de recoger los datos de campo para construir los necesarios mapas. Nain Singh fue el pundit más famoso.

El pundit hacía su trabajo de formas muy curiosas. Ocultaba su identidad haciéndose pasar por un lama. De esta manera viajaba por las zonas inaccesibles al explorador blanco.

Para hacer mediciones, el pundit era entrenado en el uso del sextante, el cual debía ocultar hábilmente entre sus pertenencias. En su tazón de té vertía mercurio, para determinar el horizonte. En su bastón llevaba oculto un termómetro. Con él determinaba la altitud midiendo la temperatura del agua al hervir.

Tal vez lo mas impresionante es que el pundit era entrenado de forma tal que controlaba la longitud de sus pasos, dos mil hacían una milla. Para contarlos se valía de una imitación del rosario budista, un collar de cien cuentas (en vez de ciento ocho). Para facilitar la operación, las cuentas del collar cambiaban ligeramente de tamaño a cada decena.

El pundit tomaba notas que ocultaba en la rueda de oración budista. También componía poemas donde codificaba parte de la información recopilada. A debido ser una aventura increíble. Dado que el clima en el Tibet hacia estos exploradores era justificadamente hostil, muchos pundit fueron descubiertos y ejecutados cruelmente.

Nain Singh caminó solo y junto a caravanas que coincidían con él. Siempre se las arreglaba para rechazar cualquier medio de transporte que le impidiera caminar. Siempre preparaba el té solo. Siempre tenía tiempo para orar solo.

En 1865 llegó a Lhasa. Su estimación de las coordenadas fue muy cercana a la que se conoce hoy en día. Estimó la altitud en 3.420 msnm. Hoy se estima en 3.540 msnm. Fue su gran viaje. Luego de regresar se dedicó al entrenamiento de otros pundit.

La Royal Geographical Society lo reconoció como el hombre del mayor aporte al conocimiento positivo del mapa de Asia en su tiempo. Sin embargo, se negó a aceptarlo como miembro.

El artista chino Qiu Zhije ha querido recrear aspectos de la historia de la apertura del Tibet. En su obra Railroad from Lhasa to Katmandu, las exploraciones de Singh en 1865 y la culminación del ferrocarril en 2006 son los extremos de un mismo relato.

Además de recrear parte del viaje de Singh, Zhije recopiló variados objetos de metal en el Tibet, cosas simples, metal ware. Luego de fundirlos, vació cuatro tramos de riel de aproximadamente 60 cm de longitud.

Los rieles y su historia forman parte de la muestra The Real Thing, Contemporary Art from China, organizada por Tate Liverpool y el IVAM de Valencia.

sábado, 9 de febrero de 2008

Buscando a Adriano

He hurgado en las pequeñas bibliotecas de esta pequeña casa, pero el libro se ha ocultado con éxito. Me he sentado a pensar dónde puede estar, pero nada. No lo recuerdo. En un último acto de desesperación, he preguntado por él al guerrero de terracota que cuida la biblioteca. Me ha respondido con un silencio de piedra. Temo que Adriano se lo haya llevado consigo.

Comenzaban los años ochenta, yo tenía 11 años y estudiaba lo que en Venezuela llamábamos el bachillerato. En ese entonces disfruté junto a mis compañeros de las clases de un profesor de castellano y literatura poco convencional. Nos hizo leer Siddartha, de Hermann Hesse, mientras los padres más reaccionarios lo permitieron. Nos hizo leer también Las Hogueras más altas, de Adriano González León, ningún padre lo impidió.

Si había gente muy conservadora entre nuestros padres, han debido preocuparse más por este segundo libro que por el primero. A mi corta adolescencia, los cuentos de Las hogueras más altas representaban un reto inmenso, que difícilmente alcanzaba a encarar. Y que causaba una frustración constante.

Recuerdo que eran historias de la Venezuela rural, cargados de drama y fatalidad. Pero también estaba la técnica, la combinación de la metáfora y la superposición de planos temporales. Yo tenía 11 años.

En aquel entonces existía la "Televisora Nacional, canal 5", con una programación cultural repleta de producción propia y que era un autentico lujo. Gente como Alfredo Escalante, Arturo Uslar Pietri, Nabor Zambrano o Rodolfo Izaguirre condujeron excelentes programas allí.

Totalmente adrede no he mencionado a Adriano González entre ellos, pero lo estaba. Su programa se llamaba Contratema y comencé a verlo para conocer más de aquel tipo que me amargaba las tardes de tarea con esa creación tan difícil de digerir. Debo agregar que al principio no podía seguir el hilo de su programa. Y no me extrañaba. Comenzaba mi relación de odio-admiración con el genio.

Los años han pasado y nunca leí el libro más famoso de Adriano González, País Portátil, aunque siempre he querido hacerlo. Las hogueras más altas fue un libro premiado, pero eso no importa mucho en mi historia. Lo importante es que aquellos primeros momentos de frustración abonaron mis momentos de goce actual a expensas de la lectura. Él ha sido uno de los creadores fundamentales en mi maleta de cosas leídas. Estoy seguro de que mi caso no es único.

Los años han pasado y la vida me ha llevado a ser profesor en la Universidad Central de Venezuela. Adriano ha sido profesor allí. Debo mencionar que esto siempre me ha hecho sentir un orgullo un poco tonto, pero orgullo al fin.

Adriano González León ha fallecido el 12 de enero de 2008. En un país que trata tan mal a sus intelectuales, la tragedia puede ser doble. Con él puede morir también su obra.

domingo, 27 de enero de 2008

Arrollado de pollo frío

Desde hace algún tiempo he querido un sustituto saludable a los fiambres "sanos" de pechuga de pollo o pavo.

Un primer intento fue la pechuga de pollo hervida. Muy simple, hervía la pechuga con sal y algún vegetal al gusto. Una vez fría, la pechuga se filetea y listo, al sándwich.

Este sistema aporta beneficios tan incuestionables como la seguridad de que lo que hay en mi sándwich es pechuga de pollo ;-). Además queda el consomé. Todo es ganancia.

Sin embargo podíamos mejorar. Está el tema de los huesos, que dificultan el fileteado. Además el sabor del pollo hervido es inferior. No olvidemos que el resto del sabor se ha ido al consomé.

Si quiero todo el sabor y la comodidad están claras dos cosas. Uno, no usar pollo hervido. Dos, hay que deshuesar el pollo antes de cocinarlo. Así, llegamos a la propuesta del arrollado de pollo, servido frío.

La primera parte de la aventura fue conseguir un pollo entero. Luego vino la aventura de deshuesarlo. Esta es la historia de mi primer pollo deshuesado.

El pollo que conseguí viene con toda la piel del cuello intacta. Fue limpiado desde atrás. No lo fotografié, era imposible mantener la cámara limpia en esta parte de la operación.

Puse el pollo sobre su "espalda" y, como todos los demás blogueros recomiendan, corté debajo del cuello hasta llegar a la "espoleta", que yo prefiero llamar el hueso de la suerte. Una vez encontrado y medio raspado, lo pude tomar con mis dedos y arrancarlo. Me sentía como todo un depredador en esta parte, pero lo mejor vendría luego.

Siguiendo las instrucciones dí la vuelta al pollo y corté en el eje de la espalda. Fui separando la carne a ambos lados, pero no por mucho tiempo. Rápidamente llegué a las alas y los muslos.

En esta parte tuve que romper las articulaciones. Lo que serían los hombros e ingles del pollo. Así el cuchillo entró más fácilmente para cortar los tendones. Ese hueso equivalente al omoplato quedó sobre la caja torácica. Después de limpiarlo logré arrancarlo fácilmente.

Rompí las articulaciones de los codos y corté las alas. Para no destruir más la piel del animal saqué el húmero y el fémur empujándolos hacía el interior. Luego de cortar bien los tendones y descubrir la punta interna, fue fácil. Como los músculos sólo están unidos a estos huesos en los extremos, el hueso salía limpiamente de la carne. Cuando halé todo el hueso, corté los tendones en la punta y los retiré.

Seguí separando la carne de las costillas, inmediatamente pude retirar toda la caja torácica con el cuello hasta la cola. Supongo que esa era la razón de retirar el hueso de la suerte primero, qué afortunado fui.

Finalmente terminé de sacar los últimos huesos pegados a la pechuga. Estaba listo.

Lavé la pieza de pollo, limpié la grasa, distribuí la carne.

Sal, pimienta, tomillo, romero, orégano, zanahoria, célery y pimentón. Enrollé, amarré, cociné en un poco de aceite al fuego bajito por una hora y ahí está. Ya Roxi dio su visto bueno. Mañana será un desayuno diferente.


Luego de amarrar.


Los primeros 45 minutos, tapado a fuego lento. Luego de echarle un ojo lo devolví a la olla destapada.


El resultado final.

sábado, 19 de enero de 2008

Comenzando 2008 en crisis

De la vida ha entrado en crisis. Lleva varios meses en crisis, ahora es más que evidente. Se le ha hecho necesario pensarse a sí mismo (a través de su autor).

En días pasados escuchaba una frase atribuida al gran filosofo de la pelota Yogi Berra: Si te consigues una encrucijada en el camino, ¡tómala!

Una encrucijada, una crisis. Hace algunos años supe que la palabra crisis deriva del latín para cruce, encrucijada. No lo olvidé jamás.

En uno de los sentidos de nuestro hablar, crisis representa un momento difícil, en el que debemos reflexionar, tomar decisiones y cambiar el rumbo. La dificultad viene de la decisión. Y de la decisión en sí no nos preocupa la opción que elegiremos, sino las que dejaremos fuera. Las que abandonaremos.

La resolución de una crisis implica desprendimiento y responsabilidad ante él. A cualquiera se le pueden poner los pelos de punta con eso.

Agradezco al autor de la entrada sobre el señor Berra, en la wiki de habla inglesa, una aclaratoria importante sobre la frase de la encrucijada. Al parecer Yogi Berra estaba explicando como llegar a su casa. En el camino había un cruce irrelevante, pues escogiendo cualquier opción se llegaba de igual modo.

En esto es donde opino que este señor es un genio. Muchas otras personas habrían explicado que por la opción derecha es más corto, pero que la izquierda es más bonito. O qué sé yo. Él fue a lo esencial, si ves el cruce, ¡tómalo!

Pero no eludamos el cruce de "de la vida". Una pausa de casi un mes y ahora hemos escogido, tal vez, la opción correcta. Si es así, el próximo gran cruce estará lejos.

En esta búsqueda, "de la vida" será más universal, igualmente personal y menos privado. Tal vez termine siendo más parecido a muchos blogs que hay por ahí. Corremos el riesgo de que acabe siendo como los demás. Ha sido una decisión difícil.